Eran las tres y media, tarde también pero estaba practicamente vacio. Los camareros bastante secos y en pleno cambio de turno, aunque se estaba comodo en la mesa. Pedimos de primeros tres salmorejos y dos risottos con cuatro quesos. Según los compañeros el salmorejo peor que ayer, yo pedí risotto y la verdad que el arroz estaba en su punto aunque de los cuatro quesos sólo reconocí el granna padano espolvoreado por encima pero el brócoli de decoración estaba bien cocido y la mezcla con el risotto me gusto bastante.
Para el segundo plato un compañero pidió pizza de verduras pero no quedó contento y otro pidió otro primero, risotto. El resto pedimos atún encebollado con salsa romescu, y la verdad que para ser menú diario estaba bastante bien. Los aparentemente mazacotes de atún no estaban muy apelmazados y se comían bien gracias también a la salsa y la cebolla que estaban en su punto.